El set vacío

Foto: Ricardo Díaz | Flickr

Por organizarse: este post comprende dos partes. Una de enlaces. La segunda, podcast. La primera recopila unos cuantos textos de medios norteamericanos que ayudan, en su conjunto, a trazar una panorámica general de la situación a día de hoy de la industria norteamericana por el impacto del coronavirus.

El podcast, como explico a los cinco minutos de empezar, es prácticamente un ejercicio terapéutico a través del cual recopilo toda la información de los enlaces que adjunto, en un intento de darles forma de relato salpicado con algunas conjeturas, premisas y opiniones personales (nivel El Adivino de Astérix, las primeras; obviedades del tamaño de Unicron, las segundas; y espectaculares triples en la canasta de ‘who gives a shit’, las terceras), con el intento de aclarar el panorama y entretenerme mientras tanto.

Helo aquí (46 min., .mp3, descarga directa aquí)

Música: Monplaisir – Estampe Galactus | The Rise, the Walk, the Hope

Pongo el podcast antes que los enlaces por dos motivos. El primero porque van a estar estructurados según la emisión y segundo, porque 45 minutos hablando solo durante un micro tiene telita y solo conectar la mesa de mezclas merece su reconocimiento.

Y una vez hechas estas aclaraciones: deseo que os encontréis bien, y que todos los que os rodean también. No sabéis cuánto.

PASADO

El podcast remite a dos acontecimientos históricos a partir de los que se pueden extrapolar algunas conclusiones sobre lo que sucede ahora: se trata de las dos únicas ocasiones en las que Hollywood ha parado máquinas por circunstancias ajenas a una huelga. Se trata de la paralización bancaria de Frankin Delano Roosevelt en 1933 — que desembocó en la creación de los sindicatos cinematográficos — y la pandemia de gripe de 1918 (la «gripe española», como se conoce vulgarmente, y término que empleo en el podcast simplemente para caracterizarla con más nitidez), que originó el primer sistema vertical de producción, distribución y exhibición de Hollywood*. Crisis de días, meses, cuyos efectos se percibieron, y se perciben incluso, durante décadas.

*… por obra y gracia de este caballero, Adolph Zukor.

De este último caso habla el historiador William Mann este libro: Tinseltown: Murder, Morphine, and Madness at the Dawn of Hollywood (enlace a Amazon)

(Y, como apéndice, una entrevista de Javier Zurro con el historiador Luis Parés sobre la decisión de mantener abiertos los cines de Barcelona y Madrid durante la Guerra Civil, para que os terminéis de hacer una idea sobre la excepcionalidad de la situación).

PRESENTE

Comenzando por la increíble taquilla EEUU de Semana Santa (dos películas estrenadas en dos salas para un total de 3.000 dólares de recaudación)…

los cambios en el modelo de consumo, según cifras de Bloomberg, los cambios en el calendario de estrenos en Norteamérica, el impacto económico sobre Disney, tanto en parques como de transición corporativa, como de liquidez general… pero sobre todo el impacto humano de la pandemia a todos los niveles; entre los empleados, desde el paro en asistentes y temporales, a despidos de ejecutivos en estudios como Annapurna o Blumhouse, o en medios como The Hollywood Reporter, comenzando por el cese de su crítico jefe, Todd McCarthy, hasta actrices como Deborah Ann Woll, quien relata en este podcast su difícil situación profesional, en la que esta crisis se ha sumado a una temporada sin nuevos proyectos.

FUTURO

Comenzando por el puñetazo en la mandíbula que es este reportaje de Vulture donde un agente bajo el anonimato pide a todo el mundo que saque la cabeza del hoyo y dé este año 2020 por perdido — sus compañeros, a pesar de ser más optimistas, no pronostican un retorno a cifras precrisis hasta 2022, más o menos –.

Los pequeños grandes obstáculos: la avalancha de conflictos contractuales, los atascos de alquileres de sets, la inmensa dificultad a la hora de establecer protocolos de seguridad adecuados, el dilema de los cines de reabrir sus puertas a menos del 50% de su capacidad y arriesgarse a convertirse en focos de contagio.

Y por terminar con este post que cierra el podcast: Prepare for the Ultimate Gaslighting, del cineasta independiente Julio Vincent Gambuto, que habla mejor de lo que yo consigo hablar en el podcast sobre la idea central del mismo: algún día esto pasará. Entiérralo bajo la alfombra, o cambia.

Recetas de un ermitaño contra el aislamiento

Foto: Morgan Heim | Day’s Edge Productions

Billy Barr es meteorólogo aficionado, tiene 68 años y se ha pasado los últimos 47 inviernos aislado en su cabaña de Gothic, Colorado, una población de la que es único residente, alcalde y jefe de Policía. «Convoco elecciones cada año, pero nunca digo cuándo, así que gano siempre».

Barr estudia el clima de la región desde 1974. Comenzó a rellenar cuadernos, por puro aburrimiento, con datos de temperatura y caída de la nieve. Este material ha sido estudiado por expertos en cambio climático — entre 2017 y 2018 registró once máximos históricos de temperatura solo entre diciembre y enero –. Sus datos sobre las nevadas sirven de referencia a los hidrólogos para estudiar el caudal del río Colorado, y recomendar políticas de distribución de agua potable que afectan a 40 millones de residentes de los estados del suroeste de Estados Unidos.

(Todos los datos están recopilados en esta página web, GothicWX, donde además podéis observar en directo dos paisajes de la región)

Foto de Helen H. Richardson | The Denver Post

También es un solitario confeso. «Si tuviera algún tipo de habilidad social, no estaría aquí. Simplemente no disfruto socializando», explica. «Pero aislarse no es algo que necesariamente haga una persona en su sano juicio. Lo hago porque quiero y porque me gusta, pero está claro que lo que me vale a mí, me vale a mí, y es perfectamente lógico que no le funcione a nadie más».

Dicho esto, a la National Public Radio se le ha ocurrido entrevistar a Barr para pedirle consejos sobre cómo pasar el rato en soledad. He aquí cinco técnicas que podrían valeros. O, como dice Barr, quizás no.

1.- Mantén un registro de algo – «Y, de repente, te conviertes en parte de una red en la que hay miles de personas que hacen lo mismo que tú, a la misma hora del día que tú»

2.- Aplica una rutina – «Puedo olvidarme del día que es, pero no de la hora». Barr, hay que apuntar, no lleva un diario personal. «Lo hice durante diez años, hasta que me aburrí. Era como ver secarse la pintura».

3.- Celebra las cosas que te importan en lugar que las que se supone que hay que celebrar – Barr no celebra ni cumpleaños ni vacaciones. Pero sí el día del 17 de enero, cuando el amanecer vuelve a ser el mismo que el del solsticio.

4.- Abraza tu mal humor – A veces resulta satisfactorio ser un gruñón. «Por supuesto que estoy harto de la nieve, pero me gusta más bromear sobre ello».

5.- Encuentra tu pasatiempo – En el caso de Barr, el cine. Y sin complejos. «Me gustan las películas moñas. Paso de El Resplandor. Mi película favorita es La Princesa Prometida. Me gusta las cosas que hace Hugh Grant, como Love, Actually o Notting Hill«, y es un fan declarado del cine indio de Bollywood.

«Tengo una lista de 357 películas que reservo para mis peores momentos», explica. La lista entera está aquí. Entre sus favoritas, al margen de las mencionadas: Stardust, Quiero ser como Beckham y la serie Aquellos Maravillosos Años.

Si queréis saber más sobre Barr, hace un par de años protagonizó un breve documental titulado The Snow Guardian, que os dejo aquí.

Y, el año pasado, el podcast The Avalanche Hour le entrevistó durante una hora. Aquí lo tenéis.