Diseñando a Malick

El cartelista Midnight Marauder ha publicado un post en el que explica su proceso de diseño de los pósters de A Hidden Life, la última película de Terrence Malick y el proyecto más importante en que el ha trabajado desde que diera, a principios de esta década, el salto desde Tumblr a la creación profesional de carteles — gracias al éxito de sus obras como aficionado para Prometheus, de Ridley Scott –.

En el post, Marauder nos explica el proceso de colaboración con Malick para condensar en una sola imagen el espíritu de la película, que narra la vida y el destino de Franz Jägerstätter, un campesino austríaco y devoto católico que se declara en objeción de conciencia durante la II Guerra Mundial, enfrentándose junto a su mujer contra el escarnio de la comunidad entera y la represalia de los nazis. Malick quiso que Marauder contara con la mayor información disponible a la hora de hacerse una idea, así que lo primero que hizo fue enviarle una copia de la película — cuando todavía se llamaba Radegund, la colosal montaña que preside el pueblo de nuestro protagonista –.

Desde ahí, Marauder describe un largo y laborioso camino, dividido en múltiples derroteros según las diferentes fuentes de inspiración propuestas por Malick, que comenzaron por los carteles clásicos de la primera mitad del siglo XX. Las elecciones que veis ahí abajo son del propio diseñador…

Más allá de las rejas (Rene Clement, 1949), póster de Wojciech Fangor
La pasión de Juana de Arco, (Carl Theodore Dreyer, 1928), póster de René Péron

… que aplicó este estilo a uno de los primeros prototipos.

Pasaron tres meses desde este cartel cuando Malick decidió cambiar de perspectiva y apostar por un aspecto pictórico. Concretamente el realismo naturalista exhibido por artistas como Jean-François Millet, Jules Breton o Leon Lhermitte, en especial en sus escenas de campesinos, que es la profesión que desempeñaban Jägerstätter y su esposa Franciska, y parte indivisible de uno de los grandes cimientos de la película; la disrupción de una vida en comunión con la Naturaleza.

Sumamos esa idea al cariz católico de la película y aquí nos encontramos con el referente inmediato de Marauder:

L’Angelus, de Jean-François Millet (1857)
The Song of the Lark, de Jules Breton | The Veteran in a New Field, de Winslow Homer

Si bien ninguno de estos carteles acabaron formando parte de la colección de imágenes oficiales de la película, Marauder siguió trabajando con vistas a su presentación en festivales internacionales. Para el de Cannes, concretamente, el diseñador preparó una nueva remesa a partir de una tercera idea de Malick — «La luz brilla en la oscuridad» — con imágenes del film (más convencional en su superficie que películas previas de su director, más sencillo en su contudente premisa, pero igualmente repleto hasta los topes de inesperados momentos de piedad y gracia, como el beso final de dos condenados).

Aquí os dejo la galería de carteles de la película, en la excelente web IMP Awards, y entre los que finalmente se incluyó el compuesto a medias por Marauder y su colaborador, Tony Stella, para el Festival de Toronto. Y aquí, una entrevista de Marauder con el blog Anubium.